lunes, 4 de noviembre de 2013


Mi vida no era un desastre, o al menos no el peor de los desastres en ese momento. Después de una muy mala época, llego ella. Justo a tiempo, como por arte de magia. 
Y para ser sinceros, al principio no gusto, no me gusto nada y un día me llama, me dice que vaya y pum... Su voz lo cambia todo, ella lo cambia todo. 
Y dos horas después nos vemos, y ella no me conoce, y yo no la conozco pero ella me abraza, ella me abraza y es tan fácil como respirar. 
Y ella se ríe y esta nerviosa y yo no podía verlo, pero ahora si, ahora lo veo. Y ella esta tímida y ella sonríe pero ella no habla, y ella habla mucho, ella habla siempre.
Y al día siguiente ella no para de escribir, y yo no paro de leerla. Y es como que de repente el mundo da un giro extraño y estando lejos la siento más cerca que nunca. La magia no para, la magia crece... Y el mes pasa y ella me dice que me quiere. Y me gustaría haber discutido que yo más en ese momento porque quizás ahora me dejaría ganarle de vez en cuando, pero no lo hago, porque yo jamás le puedo discutir nada, y no me molesta, porque es tan fácil como respirar. 
Y me voy de vacaciones y ella no falla, ella nunca falla, pero yo aún no lo sabia. Y ella me cuida, y ella da da da y me gusta pensar que recibía lo que daba, aunque con ella nunca puedo estar segura, porque ella siempre más. Y algo mío se vuelve nuestro, y ella se vuelve algo mío, algo que llevo dentro algo que se instala dentro de mi, algo que crece todos los días. Y yo no pensaba que se pudiese querer tan fuerte que llegue a doler pero lo hace, y se vuelve tan fácil como respirar.
Y los meses pasan y el pacto azul llega y llegan las promesas, y viene más magia, y de repente llega el miedo. Miedo de perderla, de perdernos, de las promesas, de la distancia, del tiempo, miedo de que no sea un siempre por más yo lo quiera. Y yo estoy asustada, y yo estoy insegura y a ella le da igual. Ella no me cree cuando le digo que nada es para siempre y me dice tonta cuando le digo que dentro de unos años nuestras buenas noches se acabarán. Y ella no me promete nada, ella no me promete un siempre pero puedo ver en sus ojos como se lo promete a sí misma. Y todo es tan fácil como respirar.
Y todo se derrumba y ella se derrumba con todo, y yo intento agarrarla, intentó cogerla con fuerza, intentó frenar la caída porque sin ella ya no hay nada, o por lo menos nada que merezca la pena. Y ella llora, ella llora en mis brazos y es la segunda vez que nos vemos y las cosas han cambian tanto y mucha gente ya no esta y mucha otra ya no es lo mismo y ha pasado casi un año pero ella encaja en mis brazos y ella solo para de llorar cuando yo le seco las lágrimas y absolutamente todo, es tan fácil como respirar.
Y nos despedimos y la echo de menos y quiero verla, y quiero que todo siga siendo mágico y bonito y ñoño y dios... A veces parecemos tanto una pareja que hasta asusta. Pero yo sé que ella es más, ella es mucho más, ella es parte de mi, ella es como mi hermana... Ella es ella. Y yo soy yo y yo tengo miedo, porque yo siempre tengo miedo. Y ella me promete que todo va a salir bien, y yo me voy a verla. Y la magia esta ahí, y también hay lluvia, y chuches, y juegos, y achuchones y ella cumple su promesa y ella no falla porque ella nunca lo hace. Y todo es tan fácil como respirar.
Y nos separamos y empezamos una nueva etapa y ahora las dos tenemos miedo pero estamos juntas en esto a pesar de estar muy lejos. Y ella lo pasa mal, y yo lo paso mal con ella. Y el tiempo pasa deprisa y las cosas cambian rápido y casi siento como todo se me va de las manos cuando ella vuelve. Y ella en realidad no vuelve, porque ella nunca ha ido. Y ella me escucha, y no siempre me entiende, pero lo intenta tan fuerte que da igual, y ella habla y habla tan rápido como siempre y noto como sonríe y yo noto como todo vuelve a su cauce. Y ella es mi persona favorita en el mundo. Y todo es tan absurdo que ni si quiera podemos pasar más de quince minutos enfadadas. Y todo debería ser más raro, más difícil, más normal y menos mágico pero no lo es. No lo es porque es ella. Y es tan fácil como respirar. 

¿Sabes cuando se sabe que algo merece la pena? Cuando, a pesar de todo, es tan fácil como respirar.


martes, 25 de junio de 2013


Dieciséis.
Dieciséis suena a magia, a ñoño, a irrepetible, a imborrable, a redescubrirse, a empezar a de cero, a echar de menos y también de más.
Suena amistad, a risas absurdas de un Lunes cualquiera, a esa tarde perdida en un hospital, a unión, a vínculo y a miradas que abrasan (y llenan) completamente tu alma.
Suena a amor, a nuevo, a primera vez, a valentía, cobardía, locura y tristeza.
Suena veinte, a momentos irrepetible, a abrazos de los cuales no quisieras separarte nunca, al pacto azul, a medias sandias y a benjalis moja bragas.
Suena a mi secreto... Ese pequeñito, que cada día se hace un poco más evidente en mi.
Sueña a CAMBIO. Pero sobre todo, y por encima de cualquier cosa, a FELICIDAD. A sonrisas diarias y miradas llenas de luz. A esos ojos coca-cola, que ya no saben hacer otra cosa que no sea brillar.
Adiós, dieciséis, gracias por ser el mejor año de mi (ya no tan corta) vida.
Y tú, diecisiete... Ve preparandote, que han dejado el listón muy alto 😉.

domingo, 16 de junio de 2013

Es curioso y tiene gracia. 
Resulta que esperarte durante años y buscar mi segunda oportunidad ha merecido la pena. Voy a tener que darte hasta las gracias, qué irónico. Resulta que la casualidad más grande ha llegado. Resulta que me tenía que ir de tu vida, para empezar de cero, para volver a desaparecer y para reaparecer aquí. He seguido señales que ni sabía que existían y el final era una puerta con su nombre y su inicial. Muerdo el agua por alguien y está bien. Está de puta madre. Al final todo llega cuando tiene que ocurrir y las personas llegan cuando te estás ahogando, he vuelto a perderme y me ha encontrado. Y me gusta, me gusta que me cure alguien que no sabía ni que existía. Bueno, sí que lo sabía pero ¿qué más dará eso ahora? Es y está, todo en uno. Y la historia se parece pero creo que la versión está mejorada. Al final huir no era huir, al final huir era encontrar el camino. Un sábado por la mañana estaba ahí, sin más. No termino de entender cómo ni tampoco por qué yo y mucho menos entiendo por qué él. Como si todo lo que buscas está en una persona, es extraño. Me alegra los días, con los ojos dormidos y el pelo despeinado. Y tus fantasmas se han ido y estaba buscando a la persona equivocada. Estaba esperando la casualidad más pequeña sin saber que venía la más grande. La gigante, la insuperable. Es perfecto, ¿sabes? Y me hace rabiar y no lo soporto y me enfado y cuando pasa un segundo no me cabe la sonrisa en la cara. Y me da pánico y miedo y terror y no sé qué más. Despacio para que no se quiebre todo esto, para que no se rompa. Muy despacio. Todo está frágil. Es un futuro genial. Todavía no soy capaz de creer que haya llegado la gran suerte, la suerte de las suertes. Ni que esté rondando por aquí todos los días, ni que las canciones me recuerden a él, ni siquiera me creo que se vaya a ir. Que sí, que se irá, lo sabemos todos pero me da igual y también sé que estoy acojonada pero no hay preocupación alguna. Merece tanto la pena que no sabría cómo explicártelo. No sé, no sé. No he podido buscar nada mejor porque probablemente no exista nadie mejor. A veces tengo la sensación de que lo he salvado de una especie de abismo del que quería salir y no podía o no sabía o me necesitaba. A mí. ¿Te imaginas que me necesita? No digo que me quiera o que yo le guste, no, no. Digo que me necesite. Que un día se despierte y se dé cuenta de que si no estoy yo, no es lo mismo. Y necesita tenerme cerca. Del verbo necesitar. ¿No es impresionante? Le voy a dar todo, hasta lo inexistente. Hasta quedarme sin respiración, hasta quedarme sin nada. Quiero que lo tenga todo. Me da igual. Me da igual pasarme las noches sin dormir y me da igual perder todos los autobuses. Es mi persona favorita.

sábado, 18 de mayo de 2013

Siempre llega el día en que te lo imaginas follando con otra y decides soltar un te quiero.

jueves, 2 de mayo de 2013

Por favor.
Nunca había sentido tanta envidia de nadie como cuando esta mañana te he visto dormir y he pensado que te despiertas cada día contigo.

martes, 30 de abril de 2013


Lo tengo todo planeado...
“Mi Plan A era acercarme a ti, robarte el mediodía con miradas, dejar que me digas que en esa curva te vas a subir a matarte, porque dices que tu muerte es mi sonrisa sin haber conocido el precipicio de tu clavícula.
Mi Plan B era besarte, beberme el intento de no enamorarme de ti si vuelves a cortar el aire con tu pelo.
Mi Plan C era coserte a mi costado, comerme mis dudas en tus costillas, contarte que la vida es una hostia y que tú me devuelvas a tu realidad con una dosis de sueños.
Mi Plan D consistía en decirte que siento si necesito meter inyecciones de realidad pero es que te tengo tanto miedo, que pensarte se ha convertido, a veces, en la película de terror en la que me tapo los ojos y dejo que se vea la vida a través de mis dedos.
-Que te tengo que mirar entre líneas, porque sin obstáculos no me atrevo-
Mi Plan E es esperarte aunque la mitad de mí se acojone ante tus enteros. Espérame, que los “ven” son de cobardes y yo ya estoy yendo.
Mi Plan F es follarte el corazón de tal manera que crea que las primeras veces no duele, no sangras. Que creas que después de todo, va a quedar alguien abrazado a tu espalda.
Mi Plan G es ganarte la guerra de todas las veces que no me has dicho que te deje en paz.
Mi Plan H es herirte, abrirte de lado a lado y colarme en tu pecho, que sientas que tus latidos son los besos que se corren por tus venas.
Mi Plan I es imaginarnos las veces que no te tenga, las noches en las que sólo tengo de ti tus “buenos días, pequeña”.
Mi plan J es jodernos a partes iguales, creerme las excepciones y dolernos las mitades.
No tengo Plan K, pero el plan L se trata de lamerte las heridas que un día te hizo Madrid, limpiarte las derrotas porque veo que nuestras victorias se miden en lenguas.
Mi Plan M, eres tú. Comenzar a. Comenzarte. Seguirte, acercarte, besarte, coserte, decirte, esperarte, follarte, ganarte, herirte, imaginarte, joderte, lamerte
para después
matarte y morirme.
Esto es sólo una parte de todos mis planes. Ahora voy a salir a buscarte y voy a comenzar por el plan B -que el primero siempre falla-
Tú empieza por el E y espérame.”

domingo, 28 de abril de 2013


          This feelings taking control of me and I can't help it 
Hay días en que todo es perfecto. La suerte se pone de tu parte, el mundo se vuelve tierno y los abrazos llenan ese vacío. Luego, hay días como estos. Días en los que sientes que vas a explotar. Días en los que nada es suficiente, donde ese vacío se apropia de todo tu cuerpo. Sin piedad, sin pedir permiso. Ese vacío te acompaña todo el día… Eso que es nada, te impide hacer todo.

Ya sabéis de lo que hablo ¿no? De ese vacío que se siente al sentirte chiquitita. Ese que se forma al darte cuenta de que por más que lo intentes, por muchas ganas que le pongas, jamás conseguirás destacar. Siempre serás una de esas miles, una entre millones. Nada es suficiente. Ni si quiera cuando te dejas toda el alma en ello.

Y lo peor, lo que más duele… Son esas otras personas. Esas que están tan repletas de magia que consigue destacar sin esfuerzo alguno. Esas que con tan solo un gesto, una palabra, un texto, ya lo tienen todo. Duele sentirse tan pequeña, como un punto insignificante en este enorme universo.
Yo solo pido algo de claridad, algo de fuerza… Algo que me ayude a seguir a pesar de todo, algo que me haga creer que mis esfuerzos valdrán la pena. Algo, sea lo que sea, que me ayude a destruir estas enormes ganas de mandarlo todo a la mierda.

sábado, 30 de marzo de 2013

Querido hoyo: ¿dónde estas?

Echo de menos que todo sea como antes. Las risas, las charlas de madrugada, las ansias de abrazarnos y no soltarnos jamas. Antes pensaba que la duda era una enemiga, y la magia, mi aliada pero la realidad me esta matando y la magia no hace más que romperme el corazón en mil pedazos una y otra vez. No sé como arreglar esto, ni si quiera sé como se a roto. Estoy echa un lío, necesito espacio, alejarme de todo, huir como solo yo lo sé hacer, realizar un nuevo viaje, inventar un nuevo mundo que sea solo mío... pero a la vez necesito sus abrazos, necesito que alguien me prometa que todo va a bien, que me devuelvan las ganas de seguir creyendo en el amor y me demuestren que todos estos cambios solo van a ser para mejor. Lo cierto es que ya no sé si en realidad echo de menos todo lo de antes, solo sé que las cosas han cambiado mucho últimamente y para mi esta semana ha sido como un jarro de agua fría. Todo en lo que creía y por lo que giraba mi mundo, lo que dictaba mis reglas, se ha derrumbado y lo peor de todo... Lo peor de todo es el silencio. El no poder pedir a nadie auxilio por el miedo a que se hundan conmigo.
No sé si debo darlo todo perdido o aferrarme a esto con tal intensidad que, de los giros que de la vida, no consiga hacer que me suelte.
Solo tengo una cosa clara: necesito mi hoyo.