domingo, 28 de abril de 2013


          This feelings taking control of me and I can't help it 
Hay días en que todo es perfecto. La suerte se pone de tu parte, el mundo se vuelve tierno y los abrazos llenan ese vacío. Luego, hay días como estos. Días en los que sientes que vas a explotar. Días en los que nada es suficiente, donde ese vacío se apropia de todo tu cuerpo. Sin piedad, sin pedir permiso. Ese vacío te acompaña todo el día… Eso que es nada, te impide hacer todo.

Ya sabéis de lo que hablo ¿no? De ese vacío que se siente al sentirte chiquitita. Ese que se forma al darte cuenta de que por más que lo intentes, por muchas ganas que le pongas, jamás conseguirás destacar. Siempre serás una de esas miles, una entre millones. Nada es suficiente. Ni si quiera cuando te dejas toda el alma en ello.

Y lo peor, lo que más duele… Son esas otras personas. Esas que están tan repletas de magia que consigue destacar sin esfuerzo alguno. Esas que con tan solo un gesto, una palabra, un texto, ya lo tienen todo. Duele sentirse tan pequeña, como un punto insignificante en este enorme universo.
Yo solo pido algo de claridad, algo de fuerza… Algo que me ayude a seguir a pesar de todo, algo que me haga creer que mis esfuerzos valdrán la pena. Algo, sea lo que sea, que me ayude a destruir estas enormes ganas de mandarlo todo a la mierda.

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